Los primeros seis meses de Joe Biden: estrategia, comunicación y retos

Hace seis meses que Joe Biden llegó a la presidencia de Estados Unidos en unas circunstancias absolutamente excepcionales, marcadas por dos elementos. El primero era la pandemia de la COVID-19; el segundo, el clima de enfrentamiento político por el rechazo de su predecesor, Donald Trump, a reconocer su derrota electoral, lo que culminó en el asalto al Congreso el 6 de enero y en su ausencia de la ceremonia de jura del cargo de Biden. La crisis política, además, llegaba después de los disturbios raciales más graves sufridos por el país desde 1968.
En su primer medio año de mandato, el presidente ha centrado su gestión en, combatir la pandemia y en aprovechar ésta para para lanzar una ambiciosa agenda en política interna que, de tener éxito, supondrá la mayor expansión del Estado en EE. UU. desde la presidencia de Lyndon B. Johnson o, como se le conoce coloquialmente, LBJ, que gobernó de 1963 a 1968.
Biden parece contar por ahora con el apoyo de la opinión pública. Un 51,6 % de la población aprueba la gestión del presidente, y un 42,2 % la rechaza, según la media ponderada de encuestas que elabora la página web FiveThirtyEight. En las últimas semanas la popularidad de Biden ha mostrado una ligera tendencia a la baja, algo consistente con la tendencia marcada por sus predecesores este siglo (Trump, Obama, y George W. Bush).