Liderazgo, proyecto, relato

17 Jul 2012

Reducir la política a la práctica del “storytelling” sería una sandez,  pero es obvio que sin capacidad de explicar de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos, la acción política no tiene la fuerza de dibujar los horizontes que permiten a las sociedades progresar. En tiempos de zozobra, incertidumbre y miedo, como estos que nos ha tocado vivir, me parece imprescindible que los distintos gobiernos sepan construir un relato mínimamente coherente, que explique el sentido de las decisiones que se están tomando. Un relato, por otro lado, que ha de saber combinar la seriedad y la gravedad exigidas por el momento, pero también el sentido de justicia y equidad que una sociedad democrática se merece en relación a decisiones que afectan, de manera profunda,  a la vida de las personas. Y finalmente, todo ello debe ser capaz de trasladar la idea de que quizás el futuro será diferente al presente, pero, en muchos sentidos, también puede ser mejor. Claro que todo ello no resulta nada fácil. La velocidad de las acontecimientos, la volatilidad de las decisiones definitivas, la debilidad frente a los mercados, convierten en titánica la tarea de esbozar caminos y horizontes, o sea proponer proyectos de vida en común compartidos.

Desde este punto de vista, las cosas se están haciendo mejor en Catalunya que en España. Ciertamente, el catalanismo mantiene y renueva su capacidad de construir un útil relato y proponer un proyecto de vida en común, con el que  la mayoría de la sociedad catalana se siente identificada, pero no es menos cierto que las actitudes y la decisiones del Presidente Mas y su equipo han sabido crear más confianza que aquellas tomadas por el Presidente Rajoy y su equipo.

Todo ello, en definitiva, nos recuerda que liderazgo, proyecto y relato forman parte inseparable de la buena política que tanto nos hace falta.

Artículo de Carles Campuzano