Artículo en La Vanguardia de Carlos Ruiz Mateos y Constantino Méndez | La OTAN y la injerencia en la opinión pública

28 Jun 2022

Por Carlos Ruiz, Director Senior de Asuntos Públicos en LLYC, y Constantino Méndez, Senior Advisor en LLYC y ex secretario de Estado de Defensa.

Solo uno de cada diez perfiles que intervienen en las redes sociales para hablar de la OTAN lo hace para manifestar su apoyo a esa organización. Esta es una de las conclusiones del Observatorio de la Conversación Social en España La Vanguardia-LLYC sobre el análisis de la conversación digital en las redes sobre la Alianza Atlántica, que se puede leer aquí.

El estudio muestra, además, que la actividad de la comunidad cuya opinión es favorable a la OTAN no solo es reducida sino también poco relevante. Estamos, pues, ante una conversación digital sesgada y crítica que no refleja la misma opinión que se obtiene en las encuestas que evalúan el apoyo de los ciudadanos a la pertenencia de España a la Alianza.

Este decalaje es sumamente importante porque sabemos que las redes sociales se han convertido en una fuente de información relevante para los ciudadanos, de hecho, la fuente principal para los menores de 25 años. De esa manera y en ausencia de otras voces, el tono y los mensajes mayoritariamente negativos que en esa conversación digital se vierten sobre el papel que cumple la OTAN, permean e interfieren en la configuración de las opiniones.

Este asunto merece la atención del Gobierno por cuanto hablamos de la seguridad y defensa nacionales y de nuestra relación con nuestros socios y aliados. Por supuesto también la propia OTAN debería procurar asegurarse una mayor presencia en las redes si quiere que los ciudadanos mejoren el nivel de conocimiento de su actividad y, de ese modo, incrementar el apoyo de la opinión pública.

Más preocupante aún son los datos que apuntan a una conversación artificial de la comunidad digital pro-rusa. Ciertamente, desde hace años se viene detectando la intervención de comunidades digitales orquestadas por grupos pro-rusos para interferir en los debates y en los procesos electorales de países de la OTAN. Pero este estudio, además, desvela su comportamiento y dinámica de actuación y pone nombres y apellidos a algunos de sus autores. El patrón de esa actividad responde a un intento de desestabilización social y político que precisa de toda la atención por parte del Estado.

Hace escasamente 6 meses, el Gobierno español aprobó la Estrategia de Seguridad Nacional. En ella consideraba como una amenaza a la seguridad las campañas de desinformación, cuyos elementos característicos eran “la voluntad de generar confusión y socavar la cohesión social; el uso coordinado de distintos medios para la creación y difusión de contenidos dirigidos a audiencias amplias; y la intención maliciosa con fines de desprestigio (…).

Por su potencial peligrosidad, cabe señalar las estrategias de desinformación de actores extranjeros, que desarrollan aparatos de propaganda con la intención de polarizar a la sociedad y minar su confianza en las instituciones”. En este caso, se dan todos los elementos que caracterizan una campaña de desinformación y como tal debería ser tratada también en el ámbito de la Alianza Atlántica, que lleva años desplegando una estrategia defensiva contra la propaganda rusa en sus países.

Las consecuencias de no acertar con las soluciones adecuadas en este ámbito de la desinformación, en el medio y largo plazo, pueden llegar a condicionar la opinión pública y reducir el nivel de apoyo social que el sistema de seguridad compartida con nuestros socios y aliados necesita. Un sistema que, tal y como valoran los ciudadanos, nos ha permitido una madurez democrática y un progreso del Estado del Bienestar como nunca antes habíamos vivido y que la propia Rusia trata de atacar a base de bots y ahora, además, con artillería pesada.

Texto publicado en el la edición digital de La Vanguardia del martes 28 de junio. En la edición en papel se publica el análisis del área de Deep Digital Business sobre la conversación social de los españoles en relación a la OTAN.