Colaborar para defender nuestras democracias | Tribuna de Carlos Samitier en Estrategias de Invesión

27 Jun 2023

Occidente ya no se puede considerar en paz. Esa es la conclusión principal de la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid el año pasado: la Alianza no puede descartar un ataque a la soberanía de un territorio aliado y es imprescindible aumentar las capacidades para garantizar la disuasión. Ante este panorama, la colaboración público-privada entre gobiernos y sector privado, a nivel industrial por un lado y regulatorio por otro, se antoja imprescindible.

La invasión de Ucrania no es más que otro hito en el intenso proceso al que asistimos, desde hace algunos años, de modificación de los contextos geoestratégicos. Unos marcos que habían perdurado desde el final de la Guerra Fría y que actualmente están siendo cuestionados por actores como Rusia o China, buscando un orden mundial que satisfaga mejor sus intereses. Un auténtico terremoto para sectores como la energía o la agricultura, pero que obliga también a la redefinición de las estrategias nacionales, regionales y globales en el campo de la seguridad y defensa, orientadas ahora hacia un mundo multipolar.